En medio de la creciente e infame noche, croan las ranas en un canto melancolico,
recordando aquella historia de hadas que la gente decidio quemar, armando una
bomba nuclear de poco tiempo, aguardando a la espera de que la luna marque la
hora , ha que se enrojesca y en su inmensa altura detone esa venganza vertiginosa
que tanto desea, todo es culpa de los amantes que la olvidaron por lujosos restaurantes,
por los que dejaron de admirar su belleza y prefirieron las noches de sol, por las lagunas
verdes al reflejo del alba, por los picnics en los finos parques y los cinemas, ahora ella
busca de alguna forma llamar la atención, con ayuda de aquellos olvidados principes de
estanques que narran los libros, para volver a ser ella, para regresar a ser el centro de
atención de muchos.
Por ello, el 21 de diciembre tomará la decisión de estallar esa bomba nociva que la hara alumbrar, la cambiará de su color natural, camuflandola, haciendola más visible, parecida
al odioso sol, haciendo que muchos la admiren, como antes, cuando ella era todo, todo lo que él y ella, en su unión podían admirar.
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Escaparates de la luna