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Mostrando entradas de diciembre, 2010

Lejos, pero siempre cerca.

Aguardaste, con la esperanza despierta, y la mirada angustiada. Añoraste con el corazón en aumento, con el sabor del néctar en los labios y un tanto de rencor en el fondo del alma. Soñaste con despertar un día y devolver el calor al salón de baile, a las paredes donde dibujamos sueños y trazamos millones de ilusiones. Sonreiste, ese día al verme correr por el pasillo del aeropuerto hacia tus brazos, al sentir mi calor cerca de ti, otra vez, como no sucedia hace ya varios meses. Reiste, al recorrer las calles viejas de la avenida como llegamos a hacerlo algunas veces, al gritar por el mundo y hablar del tiempo. Entristeciste, el día que marco nuestra ausencia, una despedida mutua, temporal, como la anterior, pero un tanto más larga, y dolorosa. Me besaste, como no lo hacias hace mucho y huiste para que no te viera llorar, eras demasiado fuerte como para hacerlo ante mi. De nuevo, te encuentra junto a los cerezos, con la esperanza despierta, la mirada angustiada, el reloj tajante, y el p

El plan lunar, misión regreso.

En medio de la creciente e infame noche, croan las ranas en un canto melancolico, recordando aquella historia de hadas que la gente decidio quemar, armando una bomba nuclear de poco tiempo, aguardando a la espera de que la luna marque la hora , ha que se enrojesca y en su inmensa altura detone esa venganza vertiginosa que tanto desea, todo es culpa de los amantes que la olvidaron por lujosos restaurantes, por los que dejaron de admirar su belleza y prefirieron las noches de sol, por las lagunas verdes al reflejo del alba, por los picnics en los finos parques y los cinemas, ahora ella busca de alguna forma llamar la atención, con ayuda de aquellos olvidados principes de estanques que narran los libros, para volver a ser ella, para regresar a ser el centro de atención de muchos. Por ello, el 21 de diciembre tomará la decisión de estallar esa bomba nociva que la hara alumbrar, la cambiará de su color natural, camuflandola, haciendola más visible, parecida al odioso sol, haciendo que much

Tangible Muerte

El corazón corria desenfrenado mientras la sangre se derramaba por la abertura que se habia creado cerca de su pulmón. Su pulso disminuia rapidamente y su cordón de plata se iba despegando paulatinamente de su alma. Se iba. se largaba su espiritu de este mundo absurdo, todas las batallas perdidas, las ilusiones fallidas y las metas incompletas, los días de luz y risa, se perdian en la bruma del pensamiento, y moría. Todo se desvanecia mientras el dulce vacío la acunaba con su melodía.

Abandonado todo, comercializada la nada

He notado como el año pasa, como las hojas caen lentamente en la ventana, el invierno se lleva todo lo que alguien construyo, el mundo dejo de creer en las culturas y en las tradiciones, se comercializo la historia y como se vendio sin dar abasto, todos lloraron el septiembre y se reunieron en diciembre para celebrar algo que desconocian, como dieron regalos sin objetivo alguno, como una sonrisa y un presente se volvieron de fechas especiales, la transformación de la unión en reuniones casuales, las palabras bonitas se regalaron a febrero, los días se volvieron puntuales, y los sentimientos se reacomodaron a instantes exactos, como todo se fue por el caño y perdio el sentido y la razón en vano, sin causa, sin nada.

Y asi culminas la soga en el peldaño

Entonces cuando decido tomar partido de la historia y me envalentono para gritarte lo mucho que te he extrañado, huyes. Te silencias y lloras en medio del desconsuelo. Dejas a un lado la carta de un adios y me entregas todo lo que alguna vez fue tuyo, para decirlo más explicito: todo lo que alguna vez yo te di. Finalmente driblas en la esquina, dejando solo una torrencial lluvia de hielo y el frío de diciembre en los huesos. Solo tu perfida ausencia y la gota congelada en la piel me recuerdan lo mucho que he de extrañarte y el esfuerzo que implica olvidarte despues de tanto tiempo.

Soledad

Aveces, cuando se cree que todo fue una pelicula, cuando se desea que todo muera en un instante, allí, aparece ella, radiante, infalible, dispuesta a envenenar el alma hasta donde le sea posible, de llenar de toxinas la mente, el corazón y el aura hasta que desemboque en la desesperación, en el decir nunca, ahora, y luego liberarte, acompañandote esos segundos y dejando que el futuro acarree una nueva historia y reclames su compañia en algun momento, más tarde. Dibujos de danilita21

Oleadas de ensueño

Son instantes, momentos en los que se pierde el tiempo invadido de mariposas y tulipanes coloridos, segundos tan verosimiles y volatiles que el cuerpo no se percata de su existencia mientras se centra en otra cosa, en el surco de un cuello, en unos labios garabateados en la mente, en un cielo arco iris, en un silencio de perlas, en unos ojos que profesan más de lo que se cree. Instantes en los que el corazón se detiene levemente a observar el conteo de libelulas en el estanque y unas infalibles punzadas aceleran el ritmo cardiaco. Los parpados despiertan. Estás de nuevo. Allí. Aún. No te has desvanecido....... No eres un sueño. Eres realidad. ____________________________________________________________________ Aquel dibujo se creo solo, a la medianoche, mientras disvariaba en viajes frios, punzantes y un tanto escalofriantes, aunque, al parecer, alla añoranza en medio de todo.

De nuevo, Aquí, Ahora.

El tomo su cuerpo entre sus brazos, la miro a los ojos y le sonrió de esa manera coqueta con la que solía verle a menudo, sobretodo cuando deseaba que le besara de esa forma tan dulce con la que le gustaba hacerlo. Esta vez el cogió el impulso y le rozo el labio inferior con la delicadeza que se toma al sedan más fino y le sumergió en un profundo beso. Unos segundos y continuaban allí, sujetos a una oleada de estupor debido al contacto de sus auras. Él la sujeto de la cintura con fuerza, surcando su delineada figura pero con tal suavidad que ella no sintió la presión de sus manos. A veces todo parecía ser tan irreal. Aún más cuando ella lograba olvidar cuanta falta le hacían sus abrazos, especialmente los suyos. Ella tiro de su cabello con dulzura separándose un poco y riéndose entre sus labios, lo observo de cerca e intento entrever a través de su alma pero nada, nada en absoluto salia a flote, aunque ella así lo deseara. Solo el murmullo del viento en la noche hacia que ella estuvie
Sabes, jugar con fuego, puede lastimarte, aunque aveces no lo parezca.

Una rosa para una hierba herida

Llego. Toco el timbre y espero. De repente, abres la puerta, con el sueño aún acunandote los delicados parpados. Nerviosa, tomo tu mano y te susurro, Lo siento. Un beso en la mejilla demarca la partida y me dispongo a regresar. Él se queda atonito, debatiendo entre despertar o continuar en aquel estado somnoliento. - ¿Que es lo que sientes? Suspiro y con el corazón a punto de salir desbocado por la adrenalina y la tensión, volteo. Con la mirada distante y esquiva a sus ojos, respondo. - Lastimarte
Un trago amargo, un cigarrillo y una pregunta sin esencia. Creyendo que con ello se deshace la realidad inminente Y se olvida el engaño.

Curiosidades un tanto absurdas

Dibujar siluetas se nos ha hecho cotidiano, se les traza en la hoja, las decoramos a nuestro gusto, las teñimos de ilusiones, falsedades e injusticias, le añadimos en secreto una caricia y luego las destrozamos. Las volvemos confetti, se las otorgamos al viento, sin firma. y Aunque no lo creyeran ellas buscan el autor de su critica.

Un invierno muy largo

Regresaste a mi memoria, endulzaste el cafe espeso y oscuro que ocupaba la taza del olvido. Nada como algo caliente para entibiar el alma. El vapor del liquido hirviente lleno el espacio mientras una conversación fluia en la mitad de la noche y el silencio irrumpia para robar una bocanada de aire. Dos cucharadas de azucar, una taza de agua, 1 cucharadita de cafe, y un ingrediente secreto. Esa era la receta que arrastro el viento a la ventana, mientras el recuerdo aún flotaba en una burbuja.
Silencio, en el peor de los casos, soledad.
Llovia como habia dejado de hacerlo el cielo hace bastante tiempo, no queria despertarte, parecías disfrutar aquella siesta de mediodia. Creeme, mi respiración se aceleraba al verte allí, tan dulce, tan desprotegida y expuesta al mundo, cubierta solamente con mis brazos, como si ellos pudieran defenderte de todo, parecia una utopía, una ilusión de mi mente por tenerte alli, te extrañaba. Te acercaste, una ventizca te impulsaba hacia el calor de mi cuerpo, aun no creia si aquella escena que presenciaba a mi alrededor era real. Pense en ti, en lo lejos que estabas, en la mentira que deseaba negar pero al mismo tiempo crear, nada era real, o quiza no. Inesperadamente despertaste y rozaste mis labios levemente, susurraste algo incomprensible y retrocediste un poco, divagaste y recorriste con tu mirada perdida tu alrededor, buscando algo, despues regresaste al estado hipnotico del sueño. Mis labios quedaron con un te amo inconcluso encerrado entre tu cabeza y mi hombro.

Escenas

Tardes azules y rosadas frente al rio sena o en barcas por los rios de Venecia. Dos manos calidas entrelazadas, acompañadas por risas y besos robados. Ojos perdidos en mundos de un instante. Momentos mágicos y relevantes, procedentes de una escasa lejanía y de centimetros de una ondeante brisa. Un abrazo. Un lento y profundo Te amo, acompañado de un beso suave, tierno y llenador. Un rostro con pena, sonrojado por el estupor de la escena. Observadores emprometidos. Una historia de cuento.