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La sangre de Mona Lisa

El silencio tenue hace crujir los rincones de una habitación de hotel. Un hotel de "pecados", infame, entregado al veneno de los placeres mundanos, al vacío de espíritu y a la sociedad del deseo. La terraza se halla fría a la  espera, rodeada del canto mortuorio de un grupo prehistorico, de tiempos anteriores al mundo, de objetivos olvidados. Ella, se posa angelicalmente en uno de los altos peldaños que cercan el ultimo piso de aquel hotelucho..

El aire  chocando contra su rostro hela sus huesos y le reseca los ojos, los labios y sus lágrimas. Ella es una chica de semaforos, un mimo sin hogar que pinta maquillaje en su rostro para cubrir los moretones de la vida. vida que se desvanece.

La luna la observa desde lo alto,taciturna.. aguardando el siguiente paso. La actriz del teatro del mundo observa al público de esa noche: dos gatos extraviados y unos cuantos murcielagos que revolotean a su alrededor ¡Que escena tan conmovedora para un poema de baudelaire! ¡Que galardón para el globo de oro a mejor pelicula de drama y de terror! ¡Que maravilloso ejemplar de un ángel caido!

La fascinante actriz ha optado por tomar el papel de suicida aquella noche, asi que toma aire y antes de lanzarse al vacío para culminar el cuadro se corta una frase para darle énfasis a su última obra - si que sabía cosas aquella desconocida del mundo- así que se precipita lentamente hacia el asfalto y antes de hacer impacto en esté, sonríe... La vida nunca dejo de ser su escenario.

Días despues el periodico amarillista publica la noticia junto con una foto, pero en este caso no de un cadaver entregado al olvido y publicidad de las páginas si no, a un fragmento del anuncio de su última función, una enorme pancarta titulada: la sangre de Mona Lisa disuelta en agua.

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