Ir al contenido principal

Una navaja para el asesino

Quizás alla días en que el alma amanece desbastada, en que el crugir de los árboles ensordece el corazón, y aparece el tiempo, con sus energías guardadas, con sus restos a un vivos como muertos vivientes dentro de la carne humana, dentro de su alma, batiendo con una oleada de brisa sus realidades y enfocandolas en un suceso, en un momento específico en que los truenos destrozaron nuestro espirítu, un día que aún guarda nuestras mentes forzosamente y que nos ayuda a seguir y de vez en cuando a ver nuestro corazón empequeñecido, dejandonos solo llanto, melancolía y la confusión en nuestros ojos, ¿ sabes ? a veces solo basta con mirar lo que tienes para saber que lo que se perdío fue remunerado, aunque aquello nos cueste tanto aceptarlo.

El dolor no curá nada, pero el amor con la calidez de las manos cura las heridas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

100 COSAS PARA HACER ANTES DE QUE SE ACABE EL AÑO

Lo más probable es que haya sido por envidia o quizás solo fuese el simple placer de pensar en imposibilidades factibles, en cualquiera de los casos está es mi lista de 100 cosas que quiero hacer por lo pronto, espero se animen a hacer la suya: 1 .        Escribir un poema que me haga recordar algo que aún no sucede 2.        Regalarle un abrazo a un desconocido en una noche fría. 3.        Viajar a un lugar con cielo despejado 4.        Caminar sin rumbo unas cuantas horas 5.        Encontrar algo y empezar una colección de cosas perdidas 6.        Rodar colina abajo esquivando los árboles 7.        Hacer un picnic con mi hermana 8.        Preparar un pudín 9.        Darle ese pudín al hombre iguana proveniente de la lejana estrella 10.    Hacer Pan con nueces 11.    Retomar aquella novela que había comenzado hace un año 12.    Darle una sorpresa al hombre de la luna 13.    Preparar un postre con papá que aún no se haya inventado 14.    Salir a caminar c

Historias cortas con puntos suspensivos (Pequeña intromisión desde algún rincón de México)

Ilustración por  ben chen Caminaba por Patriotismo rodeada de olor a jengibre y embelesada con el hilarante tarareo de una canción de la que no podía recordar la letra. Miraba al cielo como quien aún cree en los sueños y anhela dormir en las nubes en plena noche de verano. Le gustaba llamarse así misma estrella y se narraba en silencio historias para conciliar el sueño. Cantaba en el metro Tasqueña de lunes a vi ernes con excepción del martes, día en el que se sentaba en lo más profundo de la estación de camarones a contar hombres con bigote. En el país sobraban personas, pero se carecía de soñadores, por eso sin falta cada martes los buscaba con ojo de costurera y los dibujaba uno a uno en el reverso de servilletas viejas.  Más una noche nadie la volvió a ver y tampoco les importo su ausencia, excepto a mí, quién en el fondo cree que salió volando y ahora nos dibuja acurrucada en el centro de uno de los cráteres de la luna. Para mi mejor amigo, a quién le gusta

Cartas a las estrellas

Querida Dalia, han pasado meses desde que sentí el aroma de tus flores. Hoy mi corazón tiembla ante la fría cuchilla de la realidad ¿Es tan difícil crecer? Me gustaría... e intento ser fuerte ante las circunstancias, pero en el fondo no soy más que un caleidoscopio. Ojalá que me escucharas y como antaño, tus manos relajaran mis adoloridos músculos. ¿Qué estarás haciendo ahora? me pregunto. Y la noche poco a poco se lleva mis palabras.