Quizás alla días en que el alma amanece desbastada, en que el crugir de los árboles ensordece el corazón, y aparece el tiempo, con sus energías guardadas, con sus restos a un vivos como muertos vivientes dentro de la carne humana, dentro de su alma, batiendo con una oleada de brisa sus realidades y enfocandolas en un suceso, en un momento específico en que los truenos destrozaron nuestro espirítu, un día que aún guarda nuestras mentes forzosamente y que nos ayuda a seguir y de vez en cuando a ver nuestro corazón empequeñecido, dejandonos solo llanto, melancolía y la confusión en nuestros ojos, ¿ sabes ? a veces solo basta con mirar lo que tienes para saber que lo que se perdío fue remunerado, aunque aquello nos cueste tanto aceptarlo.
El dolor no curá nada, pero el amor con la calidez de las manos cura las heridas.
El dolor no curá nada, pero el amor con la calidez de las manos cura las heridas.
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Escaparates de la luna