Caen las gotas de lluvia en el vidrio del automóvil y recuerdo septiembre, los lunares empiezan a llenarme el cuerpo y la epidemia se propaga. Una epidemia de manchas oscuras que se mueven a un ritmo atemporal, y me hacen pequeña, de nuevo. Es la sombra de la lluvia iluminada por la luna, la que formo mis sueños en aquel mes y hoy regresa para recordármelos.
Caen las gotas de lluvia en el vidrio del automóvil y recuerdo septiembre, los lunares empiezan a llenarme el cuerpo y la epidemia se propaga. Una epidemia de manchas oscuras que se mueven a un ritmo atemporal, y me hacen pequeña, de nuevo. Es la sombra de la lluvia iluminada por la luna, la que formo mis sueños en aquel mes y hoy regresa para recordármelos.
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Escaparates de la luna