Justo a las seis y cuarto
creo en la esperanza
de lo impensable,
dos minutos después
el mundo se incendia
y aún la esperanza
de que el fuego culmine
se mantiene,
ojalá sea cuestión de barrer
las cenizas de un instante añejo
y re acomodar los anaqueles,
sembrar nuevas azucenas.
creo en la esperanza
de lo impensable,
dos minutos después
el mundo se incendia
y aún la esperanza
de que el fuego culmine
se mantiene,
ojalá sea cuestión de barrer
las cenizas de un instante añejo
y re acomodar los anaqueles,
sembrar nuevas azucenas.
Vuelvo a encontrarte. De a poquito voy leyendo tus pequeñas pero interesantes cositas y me quedo con le expectativa de más...
ResponderEliminarY te dejo mi abrazo.
(Viaja, pero sigue escribiendo, saludando y abrazando la vida)