Recuerdo su mano deslizándose
a lo largo de mi muslo,
arrastrándome con firmeza
hasta hacer entrechocar
nuestras caderas.
Se me hace ver aún
su mirada hipnótica agitándome
el alma, meciéndose
en el candor de un roce.
Pienso en sus labios deslizándose
por mi pecho, sin pedir permiso
sin escuchar ningún reproche.
Creo que aún puedo sentir
la fiereza de su cuerpo
invadiendo mis entrañas.
a lo largo de mi muslo,
arrastrándome con firmeza
hasta hacer entrechocar
nuestras caderas.
Se me hace ver aún
su mirada hipnótica agitándome
el alma, meciéndose
en el candor de un roce.
Pienso en sus labios deslizándose
por mi pecho, sin pedir permiso
sin escuchar ningún reproche.
Creo que aún puedo sentir
la fiereza de su cuerpo
invadiendo mis entrañas.
Puritito erotismo. Un gusto reencontrarte y dejarte un abrazo.
ResponderEliminarMe encanta verte por mi txoko.