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Mostrando entradas de junio, 2012

De vidas ajenas...

Te vi, aquella mañana gris con el báculo en la mano, las esperanzas alicatadas al hombro jactadas de caminar atientas entre las sombras, con la mirada perdida en un pasado ajeno a la existencia de los hombres. Nunca fuiste viejo, pero siempre razonaste como uno. Con la terquedad a flor de piel y los ojos aguados de añorar el alma.

Recuerdos del campo

El olor a tierra, a pasto, lo arinoso del tacto, el color rojizo apenas visible, su sabor acido y dulce, bajando por la garganta mientras el cuerpo se deleita con la brisa. Ponerlos en la cesta y regresar a la casa, con la felicidad de cosechar unos cuantos tomates pequeños. Sí, eso lo había olvidado.

De angeles caidos...

Permaneciste allí mientras el huracan acaba con las almas de aquellos seres en desgracia, observaste sus rostros lugubres, enaltecidos por la venganza y el orgullo, los traspasaste mientras el tiempo los hacia polvo y perdian sus recuerdos, te zambulliste en el solsticio de inverno y urzurpaste su espiritu. Al culminar la noche, lloraste, oculto entre los pedregales, volvias a estar solo. Habría que esperar otras dos mil noches para reencontrarte con los tuyos, y poder recoger más tarde las cenizas, estabas pagando tu condena.

De manos ajenas...

Hubo un libro que comenzó con el final de los días, con el acabose de la esperanza, con una travesía que lastimaba cada hoja, que le daba el fin ha cada nuevo comienzo que vislumbraba en el pie de esta. Hasta que de pronto las letras se cruzaron con una esperanza, era una oportunidad, un futuro incierto en donde todo podía fallar, donde se debían apostar todas las fichas en la mesa, para poder perder o ganar. A la primera oportunidad se lanzaron sin pensarlo, sin dudarlo, sin buscar una razón lógica para sus acciones. Cada hoja anhelaba no perder esta   oportunidad fuera buena o mala, una corazonada de tinta se los hizo pensar. Noche tras noche, día tras día, las letras se tornaban cada vez más hermosas, su caligrafía era impecable. Con el pasar del tiempo, el libro fue creciendo, fue aprendiendo de su autor, hasta que una mañana este tuvo que marchar. L a historia no es l a que acaba con las letras “Fin” sino con   una pequeñísima parte de esta.   Ahora autor, puedes continuar es

Verdades no tan a medias

¿Porque estas tras el telon de aquella luna? me preguntaste. La luna nos refleja su imagen desde el alto cielo pero nunca llega a mostrarse toda, ¿Que sería de ella sin su misterio y   del ser humano sin un enigma? Y así te robaste el silencio.

¿Será que solo vivimos de imposibles?

Un monje se peregrina en la azotea, Tres huerfanos cuentan copos de nieve dentro de un refrigerador, Cuatro hipnotistas persiguen su cola, Dos respetables señoras juegan al poker en una cantina, Madonna gana el premio novel de medicina, Mientras los presidentes firman un acuerdo de paz mundial.

No llegarás, nunca estuviste.

Recuerdas las dagas del silencio,rememoras los sueños de almas perdidas. ¿Como sabes si aún tu mirada te pertenece? Tomaste pesadillas prestadas de los infames durmientes, Acunaste sus esperanzas, las viste crecer y luego partiste con ellas. ¿Como sabes si aún tu mirada te pertenece? Regalaste tus besos y compraste los abandonados, Esperaste a que la cama se llenara de plumas, para empezar a contar las desgraciadas perdidas. ¿Como sabes si aún tu mirada te pertenece? Como saber que los ojos que suplican, no partiran mañana envueltos en sueños, con mi alma rrasgada y las palabras marchitas. ¿Como sabes si yo soy quién la mira?

Desvariando a Medianoche

No había estrellas, solo estaba el susurro del viento, cambiando, distante. Preferimos dejar las palabras, esperamos el silencio, y las miradas cumplieron su objetivo. Algun día tendras que decirme, intento de poeta.

Conversaciones [5...

 -Morirse uno es como traicionar a los otros y dejarlos solos-  Te oí decir... Nunca me sentí más decepcionada.