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Mostrando entradas de 2015

Revista Demencia Número 4

Porque lo bueno se hace esperar, a continuación les dejamos un nuevo número de  ‪#‎ RevistaDemencia‬ . Nuevos autores, historias deslumbrantes sobre el tiempo y la entrevista a la ganadora del premio de autores Indie, amazon 2015, Myriam Millán ¡Que la demencia sea parte de sus días! Enlace directo:  http://issuu.com/revistademencia/docs/revista4  

Revista Demencia

A mis queridos teloneros les presento este nuevo proyecto que comencé y adicionalmente los invito a que se unan a él con sus escritos.  Consiste en una revista de literatura independiente, virtual y gratuita. Nuestro objetivo es dar a conocer diversos escritores en cada  número, fomentando la lectura y la escritura.Revista Demencia tiene una convocatoria permanente para recibir textos e imágenes de todo tipo, ya sea inclasificables en un género l­iterario definido, o que presenten innovaciones. Las colaboraciones se reciben en el correo eltelondelaluna@gmail.com El tiempo de respuesta es variable.  Finalmente a continuación les dejo el primer número de la revista, el cual lanzamos el día de hoy. Un abrazo y ¡feliz noche de brujas a todos!  

Apunte #22

Le sorprendo leyendo mis ojos, guardando mi risa. Me sorprendo recordando septiembre, sus manos y sus caricias. Este otoño curiosamente sabe alegría.

Las cosas perdidas

Contar uno a uno los trajes observar las mangas                en busca de algún agujero Probarse los mejores vestidos holgándose el escote                en busca de algún recuerdo añejo Usar los zapatos de verano en mitad del invierno                en busca de la mortalidad perdida Cerrar las puertas Quedarse desnudo frente al espejo                 Sintiendo nada.                 El ropero vacío.

Caminando en la luna

Regreso a los textos me encuentro con un viejo amigo no ve, no tiene nombre ni apellido, ni sabe como luzco. Solo recuerda que alguna vez escribí un par de poemas con fecha y dirección en la puerta de su casa. Un placer vernos de nuevo punto

Detalles de un naufragio

Sentir que somos barcos naufragando sobre las aceras sin rumbo                         sin nombre sin capitán                         ni centinela Sentir que somos barcos encallados en oficinas cuadradas sin aire                         sin tiempo sin sueños                         sin metas Sentir que somos barcos dormitando en el fin del mundo con alma                          con besos con tu nombre                                                  en el viento.

Un día de verano

Esa noche nuestra

Amanece y me viene a la mente la primera vez que vi tu piel desnuda sobre las sábanas. Recuerdo tus mejillas sonrojadas, tus manos inquietas y nerviosas, tus labios sedientos y mi timidez inquebrantable. ¡Cómo jugamos a escondernos en la oscuridad de la noche! ¡Cómo aprendimos a reconocernos tan bien!

Imposibilidad #76

¿A dónde van las palabras cuando el corazón se acongoja?  Me preguntó una pequeña niña una noche cualquiera. Sin mirarla regrese a casa, destape uno de los frascos del buró y guarde en él: un par de tristezas de escritor y un dibujo hecho con crayones.

Alfileres

Aún cuando los brazos que nos sostienen traten de hacerlo de la mejor forma posible, nuestros cuerpos están hechos de vidrio, nuestros dolores crecen como raíces bajo el asfalto y nuestras voces, bueno, solo guardan silencio esperando lo imposible.

Es cierto, te quiero.

Es tarde y parece que la luna se ha sentado en la ventana a observar como caen castañuelas de mi cabello, al igual que él parpadea con sus nubes mientras siembro uno a uno mis besos en su cuello.  

Recuérdame, amigo mío

Recuérdame como el silencio Que acallo tus noches Un verano de hace mucho Como una paloma Que tatuó su nombre En el recodo de tus labios Al igual que una página en blanco Que te dejo un par de letras entre tus libros, Un cumulo de nostalgia en el pecho Y un diccionario lleno de singularidades Escondidas en tu cuarto.

¿Cómo podemos descifrar el universo?

Es sencillo pasar horas escuchando el ruido, escuchando nuestras propias voces y lamentándonos o alabándonos por nuestros logros y fracasos pero ¿Cuán fácil es recurrir al silencio? Cuantas horas al día escuchamos aparatos eléctricos que parecen tener las mismas voces, los mismos contenidos y concluir con las mismas oraciones. ¿A dónde vamos? Me pregunto. Cada vez que tomas el autobús, el tren o quizás cada vez que te subes a tu bicicleta llevas en mente un destino, un lugar al que debes llegar a un tiempo y hora indicados y si tomas la calle o ruta equivocada pasas las peores dos, cuatro u ocho horas de tu vida buscando la forma de regresar, de reparar los daños pero ¿Alguna vez lo has disfrutado? Tengo veinte años y unos cuantos meses que pasan volando y traen consigo un año más, y después de horas y horas atravesando ciudades, barrios y pueblos aún no logro descifrar algunas cuantas cosas sobre lo que me rodea. El sonido del viento parece decir cosas que suelo olvidar, el c

La piel danzante

Bombeo.       Caricia.                                             Bombeo. Saliva. Aire. Bombeo Instinto                 Ropa.Piel.Bombeo.Bombeo.                                                                                     Baja Bombeo.Bombeo.Bombeo     Pliegues.  Bombeo.  Calor. BombeoBombeoBOMBEO.                                              Mirada. Bombeo. Bombeo. Bombeo. Penetración. BombeoBombeo Gemi-Bombeo-do Bombeo.Desespera-Bombeo-Bombeo-Ción.                                                                             Respira. Bombeo.  Bombeo.  Hondo. Bombeo. Bombeo                                                                                           SILENCIO.       Bombeo             Bombeo                       Bombeo           Bombeo                                         Bombeo                                   Exhalación Bombeo                                                           Bombeo.

Imposibilidad 2112

Comprender que el sonido no es solo una linea intermitente Descubrir que el llanto no es más que una lluvia pronosticada Recordar que las matemáticas tienen un margen de error sentimental Observar que cada sonrisa guarda su gota de amargura Considerar que escribir imposibilidades no logra hacerlas posibles.

Imposibilidad 702

Respirar la noche fría y encontrarse lejos Descolgar del ropero las angustias y cubrirlas con el gabán de invierno Sentarse en el resquicio a contar las luces y descubrirse ajeno a toda muestra de cariño. Desempolvar los libros y reencontrarse con un yo más viejo Contener el cráter que se abre camino en el pecho y abrirle paso entre los muslos al deseo. Tratar de hacer parte del sistema y sentirse lejos respirando la noche fría.

Historias Post-Apocalípticas

Hola. No me conoces y no sé quién eres. Es más, puede que no exista ninguna posibilidad de que sigas vivo (sin ofender a tu fantasma por supuesto) Pero está es la realidad del año 2084. Aquí no hay más que sobras incineradas, huesos, fuego que aún no se extingue y un centenar de ratas y cucarachas. Así que bienvenido a Histeca mi buen amigo, aquí tenemos el mejor lema de cualquier estado: Histeca, donde la histeria colectiva y la realidad nos hundieron. Pero no te aflijas que ahí es donde empieza lo bueno, y puesto que el nuevo censo poblacional me ha declarado como el individuo más alegre y carismático tengo el deber de darte un recorrido. Pero no sin antes presentarme: Soy Nicolás el famoso (pero no tan conocido) hombre cucaracha. Ya sé que luzco algo raro y todo pero es la última moda en Histeca o bueno en realidad la única que me ha permitido sobrevivir estos meses. Desde la revolución tengo seis patas, un par de antenas y una coraza que me protege del exterior (sí, sé que eso n

Achotal y las estrellas

Todas las noches cuando los grillos y los sapos murmullan en la ciénaga, me siento junto a los árboles de cacao a cantarle a las estrellas acompañada por mi perro Toby. Esperando ansiosos a que alguna de ellas cumpliera nuestras suplicas. Recuerdo muy bien ese día en la vereda. Mis hermanos salieron a trabajar donde Don Javier, a recoger la mercancía que debía ser mandada a otros lugares del país. Desde que el gobierno había empezado a disminuir los cultivos, el trabajo había empezado a escasear y María, Soledad y yo habíamos tenido que dejar el colegio y dedicarnos a viajar todas las mañanas hasta el pueblo a trabajar en las casas de las Doñas. Pasábamos el día barriendo, lavando y quitando el polvo de aquí y allá. Pero esa mañana de martes, las Doñitas nos despidieron del trabajo y regresamos a casa sin un peso. Poco después mis hermanos trajeron las mismas noticias y todos nos deshicimos en llanto. El calor era sofocante, teníamos hambre y solo un par de gallinas viejas, un plát

Por supuesto que me acuerdo de ti

Adorada Luce, Por supuesto que me acuerdo de ti. Cómo haberte olvidado,  si conozco la curva de tus labios y la facilidad de tu ceja para arquearse cuando no entiendes mis preguntas. ¿Cuántos barcos te ayude a pintar en las puertas de cada viaje? ¿Cuántas veces lanzamos aquellos botes salvavidas por la borda? ¿Cuántas noches te he pensado? Hace dos años encontré un sobre vacio con tu dirección bajo la puerta y tuve miedo de escribirte, pero te juro por Dios que las estrellas me obligan a hacerlo. Es Abril al igual que cuando huiste de casa y contrataste con tus ahorros un pequeño bote pesquero a un marinero con un nombre impronunciable. Era más joven en ese entonces y tú sonreías como los ángeles porque te embarcabas en la aventura de tu vida. ¡Qué equivocada estabas! No fue tu vida la que cambio, sino la mía. Cada mañana solías poner Rock and Roll en la radio y despeinar tu melena mientras la luz del sol inundaba tus ojos, cambiando el océano de color con solo respirar. Fuero

Judith

Ella se fue en Abril de un año que no quiero recordar con un As bajo la manga. No sé si sabía apostar o si alguna vez jugó póquer con sus amigas, pero sé que tuvo cinco hijas y un hijo y otros más a los que les dio hogar cuando otros les dieron la espalda. Nació un trece de agosto de 1917 tenía noventa y tres años y la vitalidad de una jovencita de veinte, de la cual se servía para salir sola cada miércoles al mercado a comprar los víveres para la casa de su hija menor, no porque ella se lo pidiera, sino porque eso la hacía sentirse útil. Le gustaba salir de paseo con nosotras: sus nietas y ser una niña más, subirse a los toboganes, inscribirnos en clases de matemáticas, piano, arte y deportes sin dejar nunca de acompañarnos. Se codeo con los alcaldes, gobernadores y presidentes de la época, fundó cinco escuelas en la ciudad que la acogió durante largos años.  Fue maestra, concejal, diputada y representante a la cámara. Nunca dudo en entregar cestos de mercado en los barrios sin techo

Vuela libre

¿Me pregunto a donde te has ido? Despierto una vez más y me pregunto ¿qué será de ti? ¿Estarás mejor? Aún no son si quiera las dos de la tarde. Parece que nada ha cambiado, todos seguimos aquí igual de jóvenes, igual de viejos. La única diferencia es que ahora tenemos el corazón más pequeño. Siempre fuiste demasiado inquieto, pero demasiado alegre para que te recordemos por siempre. Lograste ser una especie de Peter Pan, niño-joven en la eternidad. Te quiero primo, como siempre, quizás un poco más, allá, lejos, donde sea que tu alma esté destinada a descansar por siempre. 

El tiempo pasa

Pronto no habrá a quién leer Pronto no habrá un lugar de donde vengan las palabras Pronto Ya no habrá a quién escribirle cartas Y me pregunto ¿Porqué sigo evitando hacerlo?

La hora muerta

Aveces - Puede ser que todos seamos como caballos Al caer la tarde sin sombra sin memoria Reviviendo el último grito antes de desaparecer. Sí, es cierto Aveces - Puede ser que todos seamos como caballos Al caer la tarde sin palabras sin hojas Escribiendo un punto final antes de desaparecer.

Experimentando con recuerdos

La abuela solía usar ese perfume que me daba alergia y por eso siempre decía: "me pido la ventana." Por la que me asomaba para sentir el aire cálido jugando competencias en mis crepos. Los que no tenía antes cuando papá me trenzaba el cabello para ir a la escuela. La de paredes verdes que solía oler a papas aborrajadas y palitos de queso en el recreo. ¡Mmm! Como me encanta el sabor de la salsa tártara. Al igual que aquella vez en que comimos hamburguesas y era muy tarde, me quede dormida junto al puesto de hamburguesas... Como nos reímos. Mientras Vane se metía todos esos nuggets a la boca para evitar que alguien le quitara uno en un descuido. Como extraño el olor de la caña en las noches. Así como el aire cálido al dormir contigo abuela. Aunque solías usar ese perfume que me daba alergia y por eso siempre decía: "me pido la ventana."