El vibratto retumbaba en la sala, un allegro, un soprano, un violinchelo insesante... Mi alma estaba ingravida, elevada entro mundo, en otra dimension distinta, donde el cuerpo estaba desnudo, donde el alma respiraba junto a Mozart, donde las paredes no existian y solo que daba el violin veloz en el escenario.
Lo más probable es que haya sido por envidia o quizás solo fuese el simple placer de pensar en imposibilidades factibles, en cualquiera de los casos está es mi lista de 100 cosas que quiero hacer por lo pronto, espero se animen a hacer la suya: 1 . Escribir un poema que me haga recordar algo que aún no sucede 2. Regalarle un abrazo a un desconocido en una noche fría. 3. Viajar a un lugar con cielo despejado 4. Caminar sin rumbo unas cuantas horas 5. Encontrar algo y empezar una colección de cosas perdidas 6. Rodar colina abajo esquivando los árboles 7. Hacer un picnic con mi hermana 8. Preparar un pudín 9. Darle ese pudín al hombre iguana ...
Esa, mi querida amiga, es la magia de la música. Esa que nos une en mente y cuerpo....Esa que nos traslada en el tiempo y que de una u otra forma nos permite expresarnos cuando nuestras palabras no alcanzan...
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