Querida Dalia, han pasado meses desde que sentí el aroma de tus flores. Hoy mi corazón tiembla ante la fría cuchilla de la realidad ¿Es tan difícil crecer? Me gustaría... e intento ser fuerte ante las circunstancias, pero en el fondo no soy más que un caleidoscopio. Ojalá que me escucharas y como antaño, tus manos relajaran mis adoloridos músculos.
¿Qué estarás haciendo ahora? me pregunto. Y la noche poco a poco se lleva mis palabras.
¿Qué estarás haciendo ahora? me pregunto. Y la noche poco a poco se lleva mis palabras.
Comentarios
Publicar un comentario
Escaparates de la luna