Quizás es un poco de todo: la falta de aire, espacio o sueños inacabados. Quizás es una necesidad de libertad que te acosa hasta las más íntimas pesadillas. Es el olor de la carne relamiéndose en vidas alternas, en situaciones paralelas que acechan gritando tu nombre. ¿Será cierto? ¿Estaremos destinados a perseguir metas imposibles? ¿Será que solo vemos, sentimos, escuchamos y olemos lo necesario para sobrevivir?
El caos es una manera estética y artística de despertar aquello que guardamos y dejamos anestesiado en la comodidad de nuestro cerebro. Es el clic que permite encender las luces, poner la música y empezar a bailar en los bordes de la cordura ¿No es la tecnología la perfecta distracción para alejarnos del camino de la duda, la curiosidad y el arte? ¿Seremos esclavos eternamente?
Me doy un tiempo de sentir lo mal que he tratado a mi cuerpo en los últimos meses: las comidas en exceso y a deshoras, las desveladas, los cabilamientos circulares que no hacen más que fomentar el estrés, las noches sin sexo, el amor subyugado a un plano secundario, pero sobretodo la falta de dialogo con mi voz interna y la escritura sin reparos, la necesidad de reflexión.
Es fácil hechizar en medio del caos, pero es difícil encontrarle razón a tal hechizo cuando se ha hecho a ciegas ¿Es el ruido la forma milenaria de silenciar la mente? ¿Hace cuanto no paso un día completamente sola?
Es indispensable la re conexión con cada parte del ser, de forma consciente e inconsciente. Analizar desde afuera uno a uno los sucesos recientes y valorarlos desde todos los ángulos. Respirar consciente, y disfrutar del silencio y ruido envolvente del exterior: la señora que canta a entes desconocidos en la acera, el lápiz que se desliza velozmente por la página, el recelo de guardar en secreto cada página escrita, los carros cruzando velozmente la avenida, el aire que baja por los círculos vitales de mi cuerpo y el mundo que está más allá de nuestras capacidades habituales, que al igual que la noche, se disfraza de estrellas y embruja a los desprevinos, o les saca una sonrisa pasajera.
El caos es una manera estética y artística de despertar aquello que guardamos y dejamos anestesiado en la comodidad de nuestro cerebro. Es el clic que permite encender las luces, poner la música y empezar a bailar en los bordes de la cordura ¿No es la tecnología la perfecta distracción para alejarnos del camino de la duda, la curiosidad y el arte? ¿Seremos esclavos eternamente?
Me doy un tiempo de sentir lo mal que he tratado a mi cuerpo en los últimos meses: las comidas en exceso y a deshoras, las desveladas, los cabilamientos circulares que no hacen más que fomentar el estrés, las noches sin sexo, el amor subyugado a un plano secundario, pero sobretodo la falta de dialogo con mi voz interna y la escritura sin reparos, la necesidad de reflexión.
Es fácil hechizar en medio del caos, pero es difícil encontrarle razón a tal hechizo cuando se ha hecho a ciegas ¿Es el ruido la forma milenaria de silenciar la mente? ¿Hace cuanto no paso un día completamente sola?
Es indispensable la re conexión con cada parte del ser, de forma consciente e inconsciente. Analizar desde afuera uno a uno los sucesos recientes y valorarlos desde todos los ángulos. Respirar consciente, y disfrutar del silencio y ruido envolvente del exterior: la señora que canta a entes desconocidos en la acera, el lápiz que se desliza velozmente por la página, el recelo de guardar en secreto cada página escrita, los carros cruzando velozmente la avenida, el aire que baja por los círculos vitales de mi cuerpo y el mundo que está más allá de nuestras capacidades habituales, que al igual que la noche, se disfraza de estrellas y embruja a los desprevinos, o les saca una sonrisa pasajera.
Creo que necesitas pensar si lo tienes en este momento te hace feliz lo que tienes o solo ésta ahí por compromiso, y si estás en una relación o sigues en una relación por miedo a la soledad, debes de buscar que te hace o quién te hace feliz, si es alguien del pasado o futuro . Y haz lo que tengas que hacer para que seas feliz
ResponderEliminarLo que tengo ahora me hace feliz. No le tengo miedo a la soledad, porque sé como disfrutarla. Sin embargo, mis escritos son solo momentos de reflexión para recuperar el equilibrio. La catarsis a mi parecer, es de las mejores opciones para regresar las emociones a su sitio.
ResponderEliminarFascinante tu texto
ResponderEliminarVivo el momento del hoy haciendo lo que siento y sintiendo lo que hago un abrazo inmenso desde Miami