
Son instantes, momentos en los que se pierde el tiempo invadido
de mariposas y tulipanes coloridos,
segundos tan verosimiles y volatiles que el cuerpo no se percata de su existencia mientras se centra en otra cosa,
en el surco de un cuello,
en unos labios garabateados en la mente,
en un cielo arco iris,
en un silencio de perlas,
en unos ojos que profesan más de lo que se cree.
Instantes en los que el corazón se detiene levemente a observar el conteo de libelulas en el estanque y unas infalibles punzadas aceleran el ritmo cardiaco. Los parpados despiertan. Estás de nuevo. Allí. Aún. No te has desvanecido.......
No eres un sueño. Eres realidad.
____________________________________________________________________
Aquel dibujo se creo solo, a la medianoche, mientras disvariaba en viajes frios, punzantes y un tanto escalofriantes, aunque, al parecer, alla añoranza en medio de todo.
Comentarios
Publicar un comentario
Escaparates de la luna