Llueve a lo lejos, y Madrid desaparece en cuanto el niño acerca sus grandes ojos al espejo. Una nube de vapor condensado arremete contra una corriente de fuego. Pronto, aparecerá la silueta de un guerrero que acabara con el dragón que ruge repleto de agua en el fondo del vidrio.
Llueve a lo lejos y otro enorme monstruo de dos cabezas aparece delante de él, pero lo agarra y lo fuerza con sus tentáculos, el como un valiente espadachín lucha con todas sus fuerzas para que el enemigo no lo entre a la cascada que resuena con energía en el fondo de aquel castillo embrujado.
Llueve a lo lejos y otro enorme monstruo de dos cabezas aparece delante de él, pero lo agarra y lo fuerza con sus tentáculos, el como un valiente espadachín lucha con todas sus fuerzas para que el enemigo no lo entre a la cascada que resuena con energía en el fondo de aquel castillo embrujado.
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Escaparates de la luna