Está noche la he visto
tenía los ojos claros,
la mandíbula tensa,
las mejillas sonrojadas
y la boca torcida.
Ocultaba una noticia,
una verdad
que no le convencía.
Ha llamado a la puerta
varias veces,
no he querido contestarle
pero sigue ahí
esperándome, esperándote,
esperando.
tenía los ojos claros,
la mandíbula tensa,
las mejillas sonrojadas
y la boca torcida.
Ocultaba una noticia,
una verdad
que no le convencía.
Ha llamado a la puerta
varias veces,
no he querido contestarle
pero sigue ahí
esperándome, esperándote,
esperando.
¡Muy bueno! Es muy raro encontrar en la blogsfera poesías tan dinámicas como esta, que pese a hablar de la muerte no parece nada recargada ni pretenciosa. Genial. Volveré por aquí. :-)
ResponderEliminaratlantis2050.blogspot.com