Un grupo de efelantes
miraba hipnotizado
la luna
que brillaba
cual moneda en baúl
de tesoro de pirata.
Un trío de margaritas
anonadas les cantaban
cuentos de estrellas lejanas.
De repente,
unas pinceladas rojas
bañaron el cielo
y ¡ah!
cuan bello fue
cuando Martín
pinto la sonrisa
de la Rosita
en el cuerpo
plateado de la luna.
miraba hipnotizado
la luna
que brillaba
cual moneda en baúl
de tesoro de pirata.
Un trío de margaritas
anonadas les cantaban
cuentos de estrellas lejanas.
De repente,
unas pinceladas rojas
bañaron el cielo
y ¡ah!
cuan bello fue
cuando Martín
pinto la sonrisa
de la Rosita
en el cuerpo
plateado de la luna.
Me gusta la sencilla fantasía. Me gustan tus pequeñas historias.
ResponderEliminar