La saluda
y con un remordimiento
palpable le entrega
su mano
aún temblorosa
por el encuentro.
Cruzan dos frases
y él se aleja
ausente y embrujado
por dos tarros
con hierbabuena.
Con rencor
le mira alejarse
tan despreocupado,
y asqueado por el
recuerdo
se unta en las manos
una porción de desinfectante.
Al regresar a su hogar,
comenta:
¡Amor has visto cuanto sufre
la gente en el país, y tantos
ciudadanos sin hacer nada!
y con un remordimiento
palpable le entrega
su mano
aún temblorosa
por el encuentro.
Cruzan dos frases
y él se aleja
ausente y embrujado
por dos tarros
con hierbabuena.
Con rencor
le mira alejarse
tan despreocupado,
y asqueado por el
recuerdo
se unta en las manos
una porción de desinfectante.
Al regresar a su hogar,
comenta:
¡Amor has visto cuanto sufre
la gente en el país, y tantos
ciudadanos sin hacer nada!
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